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LA HOMOSEXUALIDAD




En los últimos años se ha venido hablando sobre el valor real de la homosexualidad en la sociedad contemporánea. Me refiero en, específico, a ese acercamiento que ha tenido la sociedad moderna con la comunidad Gay y viceversa. Para ser honesto fueron muchísimos años de luchas de parte de esta comunidad, para lograr tener su espacio dentro de la sociedad, lo cual, como cualquier otro grupo social, tienen, además del derecho a coexistir en paz, todo mi respeto y apoyo.
La homosexualidad no es una enfermedad y tampoco es un pecado. Los deseos sexuales de cada persona son tan libres como lo representa su posición personal, por qué digo esto, cada individuo debe representar lo que siente, aun cuando los prejuicios sociales que le rodeen, sean contraproducentes con su manera de pensar, no se trata de imponer criterios, no se trata de ganar adeptos, se trata simplemente de defender una idea sobre aquellas opiniones que le son contrarias o lo intenten reprimir.
Las sociedades actuales son muy cerradas en su "moralidad" y a pesar de que hoy día vemos con mayor frecuencia una libertad para todos aquellos grupos, que hace algunos años fueron perseguidos, todavía es muy reciente para la sociedad, en particular borrar, todas esas "prohibiciones morales".
Por desgracia, y no estoy criticando ni levantando polémicas, la Iglesia Católica se opone al homosexualismo con vehemencia y no permite que personas que profesan la fé católica, puedan casarse con personas de su mismo sexo, bajo el sello, por supuesto, de la Iglesia y en muchos templos, lo se porque lo he visto con mis propios ojos, no permiten la entrada de homosexuales confesos, lo cual, además de desagradable, es una clara violación a la libertad del ser humano a elegir, según su educación o deseo, la religión que desee profesar.
Me refiero a la Iglesia Católica y me refiero también a otros grupos cristianos, ortodoxos y políticos, que han estado luchando contra la incorporación de la comunidad Gay en la sociedad moderna. Hasta cierto punto esta posición tan radical, es entendible, pues es contraria a los principios que por años han estado predicando, pero para ser honesto las sociedades se han renovado y han aceptado a otros grupos que, hace años atrás no eran ni siquiera tratados como seres humanos y me refiero, por citar un ejemplo a la comunidad negra. Hoy día esta comunidad se ha ganado el respeto y su inserción en la sociedad costó mucha sangre, pues esa retrograda creencia racista de que el negro era un animal de trabajo, es abominable y aunque a muchos nos parezca increíble creerlo, hasta hace muy poco tiempo estas creencias tenían mucha fuerza en la "moralidad" de las sociedades.
Es por lo anterior que me refiero al principal grupo social para que, de alguna manera, modifique su posición en contra de la homosexualidad, que permita los matrimonios entre homosexuales y que deje de ejercer presión sobre los gobiernos y la sociedades para que la comunidad Gay sea reincorporada a la sociedad como lo que son: un grupo de seres humanos normales.
Yo nunca he tenido nada en contra de los homosexuales, tengo numerosos amigos que lo son y he podido ver como piensan, como actúan, como crean y son personas, por lo general, sensibles, personas decentes, que tienen una sexualidad idéntica a la que tenemos las personas heterosexuales, digo lo anterior porque el desconocimiento de algunas personas es tal, que ni siquiera creen que pueda existir una vida normal, así de retrograda es la educación moral que han recibido, tanto de la sociedad, como de sus padres. Todavía conozco a mucha gente que tiene pensamientos de repulsión y esto se debe a la"orientación moral" que grupos religiosos han impuesto a la sociedad, y siguen imponiendo, valiéndose de su poder sobre las esferas de gobierno, pero bien sabemos que muchos de los defensores de esta "política moral" han caido en prácticas de abusos sexuales contra menores y sodomía. La Iglesia Católica, en particular, ha cubierto y protegido a numerosos pedófilos para cuidar su imagen ante la sociedad, lo cual considero un lamentable error, ya que por un lado inculcan el alejamiento de la sociedad de los homosexuales y por el otro lado protegen a delicuentes sexuales, porque eso es lo que son, solo por esconder el escándalo que puede representar estas prácticas y que daña su "moralidad" y prefieren pagar millones de dólares a las víctimas para callar su protesta, pero muy difícilmente toman su dinero para callar el hambre de numerosos pueblos que están totalmente abandonados por sus gobernantes o sumerjidos en guerras por el poder y prefieren tomar el dinero de los demás para alguna que otra ayuda que nada resuelve en verdad.
Yo, como dije anteriormente, soy un heterosexual y sin embargo respeto a esta comunidad, como respeto a todas las comunidades que existen en nuestras sociedades. Yo estoy totalmente en contra de que se obligue a un ser humano a elegir su orientación sexual. Cada persona tiene el derecho de tener relaciones sexuales con quien quiera y por desgracia, los seres humanos no las pasamos catalogandolo todo y catalogamos los grupos sociales, lo cual desde mi punto de vista es una manera de racismo, pues al dividir a dos grupos de personas debes dividir gustos y preferencias y esa línea divisoria es demasiado delgada, como para no traspasarla en excesos. Lo mejor sería ser todos simplemente lo que somos: seres humanos y que importa que hoy tengas una relación con una persona de tu mismo sexo y mañana con una del sexo contrario, lo principal es que, como persona, te sientas bien, que disfrutes y que, con tu actitud y gustos, no afectes a nadie, entonces seríamos verdaderamente seres humanos libres.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Una relación lesbiana es muy hermosa.

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