UN EXTRAÑO POEMA A TU OLVIDO
La ciudad
ya no es esa absurda
tentación que resbala
desde mis manos
para entender que la culpa,
la misma culpa de cada día,
es la pincelada
que se descubre el rostro
que nos regala una sonrisa,
porque escapar
sin tu abrazo de despedida
es la nostalgia que se adueña
de mis instintos,
por ello regreso al desdén,
por eso quieren escapar de mis manos
las tentaciones sin mostrar el asombro esperado,
sin esas palabras casuales que fueron escritas
para ocultar las lagrimas más secretas,
las lágrimas que corrompen el alma
con su humedad taladrante.
No sé dónde puedo esconder mi culpa,
sellar mi rostro con esas piedras
que fueron robadas al tiempo,
con esa tempestad
que nunca pudo llegar a su destino
por el pecado de las mariposas,
el mismo pecado que siempre
permanece en el amarillo de sus gestos.
No puedo sentarme en esa palabra,
esperar tu sonrisa más inesperada
para caminar desnudo por esos rincones
tan ocultos de tu alma.
No puedo porque escapas,
nunca estás en mi recuerdo más lejano,
en mi sombra, en esa tarde
donde siempre esperabas mi recuerdo.
No puedo llegar a ti no estamos
para descubrir cual será esa palabra mágica
que impida esa fuga por las calles
abandonadas de la nostalgia.
Hoy no puedo escribirte
a través de las caricias,
a lo lejos una antigua tormenta
regresa a destruir las pocas casas
que han quedado en el recuerdo.
1 comentarios:
A veces la ciudad nos regala una sonrisa de asombro cuando las tardes de amor sólo quedan en las nostalgias y en las lágrimas del pecado, son culpables los amantes, no encuentran la palabra mágica que libere al alma y aparezcan las sonrisas inesperadas que den paso a los recuerdos para encontrar los rincones más ocultos de las amor...felicidades.
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