jueves

LA MUCHACHA DEL ATARDECER






No tienes ese rostro perfecto
que la tarde siempre reclama
de todos los enamorados
al menos no eres parecida
a la muchacha que se sienta
en ese muro tan largo
como silencio del oleaje
de espaldas al jadeo
tan sensual del mar.

Por qué escondes esa sonrisa
tan repleta de tristezas disueltas
porque siempre estás sentada
esperando la siguiente conversación
la historia que esa noche
tomarás para ti
serás el fragmento inconcluso
ese que nadie se atreve
a narrar por temor al olvido
y no escaparás
no será tu sombra
esa muralla protectora
que nos proteja
de los fantasmas

No recuerdo cuál fue la tarde
donde dibujaste mi pasado
en aquella calabaza
que aún no terminabas
que aún no recibía el primer elogio
comenzaste a buscar cada gesto
de mis palabras, de mis ojos
no quisiste pincelar
ni uno solo de los rencores
la tarde no merecía esconder
su rostro entre tantos misterios

No recuerdo cuál fue la tarde
pero si recuerdo el sabor
de tus labios
escribiendo un poema
sobre la desnudez de mi espalda
no recuerdo cuál es el color
que prefieres para regresar
de la tristeza
pero si puedo describir
el sabor de tu aliento
y esa sonrisa
tan sensual
como los atardeceres
que se escapan de la ternura.

Nunca he querido regresar
a ese rincón que prefieres
para esperar los atardeceres
yo sé que retomarías
la conversación
en el mismo punto
donde aquella tarde
me regalaste un hola con tus ojos
porque no prefieres regresar
sino comenzar en ese punto
donde nace el amor
no te gusta caminar
mas allá de un encuentro
quizás quieres escapar
de esa despedida
para no amanecer
en los brazos de un destino
tan incierto como esa sonrisa
que se pierde detrás del sol

1 comentarios:

GIOCONDA dijo...

Me encantó el poema....nostalgia.

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